domingo, 31 de agosto de 2014

Soneto VII. Así eran, así son.

Como una triste orgia de susurros
que acarician tímidos el silencio,
como tequila en un bar con bullicio
con sal, limón y  humo de cigarros.

Igual que flores surgidas del barro,
con magia de Cloris, brotan despacio
igual que aquel endemoniado vicio
de amar la noche, volver con catarro.

Un desvelo de alivio, luz de luna
que radia en la buhardilla de un casón,
donde no tropieza la fortuna.

A modo que el cabello a Sansón,
o la amnistía a quien ayuna,
así eran tus caricias, así son.

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