jueves, 9 de abril de 2015

Huye, huye, huye

Llena todo de ausencia
marcha, desaparece
Libérate de esta infructuosa tierra
Agacha la cabeza, huye, huye
que no tiemble el pulso, la sangre hierva

Despierta tu egoísmo
empápate de su perfume amargo.
Condena los estigmas del afecto
cállalos con pecados

Deserta, renuncia al
miedo, al consuelo, al que dirán
Escápate, raja su telón de acero
te cubre, te cuida de la verdad

Huye sin hundir en mis labios hambre
ni rogar tu memoria
Huye, huye de este escaparate
de regalos vacíos,
maniquíes salvajes

Abandona este hogar a quemarropa
sin perseguir quimeras
sin descuidar la popa
No te amarres, no tientes
la garganta del mar áspera y ronca





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